Mi amiga me ha regalado este precioso dibujo para mi blog.Ella tiene mucho arte y en seguida se ha imaginado una abuela rodeada de niños ávidos de escuchar bonitas historias.
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jueves, 23 de junio de 2011
La abuela atómica, según la pintora Mª Ángeles Sánchez
Mi amiga me ha regalado este precioso dibujo para mi blog.Ella tiene mucho arte y en seguida se ha imaginado una abuela rodeada de niños ávidos de escuchar bonitas historias.
martes, 7 de junio de 2011
Arantxa y el Conocimiento del Medio 1er. Ciclo
-Señorita, aquí en Gran Canaria no tenemos trenes -dice Sara mirando a su profesora con los ojos muy abiertos.
-Ya lo sé, por eso voy a explicarlo ahora.
-Pues yo he estado en Madrid y cogí un tren para ir a Santander -interrumpe Arantxa haciéndose la interesante.
-Vale, pues empieza a explicar cómo son los trenes, que todos te escuchamos -le sugiere Conchita.
-Pues los trenes… son como varios coches enganchados unos a otros, no van por la carretera, no tienen ruedas de goma y se mueven por encima de unas barras de hierro.-A esas barras de hierro se les llaman vías-aclara la profesora.
-Sí y funcionan con electricidad -dice Arantxa
-Eso es verdad; los trenes actuales son eléctricos, pero antes se movían a base de carbón, y cuando te asomabas por la ventana, a veces se te metía carbonilla en los ojos-añade la profesora.
-¿Carbonilla? –preguntan algunos niños en voz alta.
-Sí, la carbonilla eran trocitos pequeños de carbón que salían despedidos de la maquina y, si viajabas en los primeros vagones, de vez en cuando, salías con la cara tiznada de negro.
Los niños se ríen al oír a su profe. Entonces ella se levanta y dibuja en la pizarra un tren formado por una máquina y varios vagones.
-Claro, ese es igual que el del parque de atracciones, el tren de la bruja -dice Wendell.
-Tienes razón, los trenes que van entre dos ciudades son un poco más grandes, pero se parecen a los de los parques de atracciones.
-¡Ah! y en Madrid, también me monté en el metro -agrega otra vez Arantxa que no puede pasar ni un momento sin ser el centro de atención.
-Sí, mirad en las ciudades grandes, hay trenes que van por debajo de la tierra, se llaman suburbanos. Pero no todas las ciudades pueden tener metro.
-¿Dónde se coge el tren profe? -pregunta Omayra, una niña con unos ojos azules preciosos y con mucho interés por aprender.
-Los trenes salen de las estaciones; igual que hay que ir al aeropuerto para coger el avión o al muelle para coger el barco.
-¿Y cómo es una estación de tren?
-Mira, imagínate la estación de Guaguas, pero en vez de que entren y salgan autobuses, son los trenes los que llegan a los andenes. El andén es el lugar en dónde se colocan los trenes para esperar a que se bajen y suban los viajeros.
- A mí me gustan más los trenes; son más bonitos que las guaguas -dice Arantxa
-Pues a mí me gusta más viajar en avión -agrega Alberto.
La clase empieza a alborotarse, porque cada niño da su opinión. Hay varios que ya han viajado a la península y conocen el tren, pero otros que no lo han visto nunca.
-Mirad, un niño de Madrid daría lo que fuese por coger el barco tan fácilmente como lo cogéis vosotros. Cada ciudad tiene sus peculiaridades.
-¿Qué son peculiaridades? -Pregunta Jonathan
-Pues, peculiaridades son las cosas que distinguen a una ciudad de otra -le explica la profesora-. Mirad, vamos a hacer un trabajo sobre los transportes. Un grupo trabajará el avión, otro el barco, y otro el tren. El tren lo van a hacer los niños que ya lo conocen. Así traerán un trabajo más completo. Luego confeccionaremos murales que pondremos sobre la pared. ¿De acuerdo?
-Mi padre me hizo una foto en una estación. ¿La puedo pegar en el mural?
-Si tus padres te dejan, sí.
-Señorita, la clase de Cono me gusta igual que la de Lengua -dice Arantxa a su profesora y, dándole un beso, sale corriendo al recreo.
Ilustrador:otra vez mi nieto me ha sacado de un apuro con este dibujo. Gracias Guille.
viernes, 3 de junio de 2011
GUILLE Y PABLO. PABLO CRECE. Infantil, 1er y 2º ciclo
Guille
y Pablo
Pablo
crece
Guille, todos los días por la mañana se asoma a la cuna de
Pablo y le da un beso antes de irse al cole.
—¡Está creciendo mucho! —le dice a su mamá antes de
despedirse. Ella le da la razón mientras le pone la bufanda, los guantes y le pide
un beso.
Efectivamente, Pablo ha crecido mucho; no hace más que
comer y dormir.
Desde los tres meses acompaña a su mamá al trabajo. Se ha acostumbrado
pronto a los sonidos de la oficina.
Le gusta ver salir los folios disparados de la máquina de hacer
fotocopias, se pone nervioso y empieza a patalear. Su mamá le acerca y le deja
que ponga el dedo en el botón; cuando lo pulsa y ve salir los papeles le da mucha risa. Así que Pablo
hace fotocopias con solo tres meses.
Enseguida ha dejado de ser un bebé –eso les pasa a los
bebés que tienen que acompañar a la mamá al trabajo—, y sentado en la silleta observa
todo con mucha atención: es muy curioso.
Pablo se ha hecho
muy mayor; con dos años sabe hablar muy bien. Le gusta chasquear la lengua y
hace un ruido que parece el sonido de un helicóptero. Todo el mundo intenta repetir ese sonido pero a nadie le sale como a
él.
Ya tiene tres años;
es el momento de empezar el cole con su hermano, pero va muy contento porque sabe que Guille está en un
aula muy cerquita de la suya.
Por la mañana, antes de entrar en clase, siempre se para en
la puerta y le pide un beso; entonces, los dos se dan un abrazo muy fuerte y él se queda contento.
Pablo veranea con su familia cerca del mar y allí tiene
muchos amigos. Le gustan muchos los cruasanes: se los come de dos en dos.
—Abuela, me he comido todos los Purasanes, soy el monstruo
de los Purasanes! Bueno soy el monstruo de todo porque como de todo —dice muy
ufano—. Bueno de los peces, cangrejos y tortugas no, porque de eso no como.
Se están terminando las vacaciones y Pablo no quiere volver
al colegio. Su abuela es profesora, pero desde hace un año está jubilada.
—¿Cuándo empieza tu cole abuela?
—Pablo, yo ya no voy al cole: me he jubilado
—Abuela, yo me quiero jubilar como tú para no ir al
colegio. ¿Qué hay que hacer para jubilarse? —le pregunta con mucho interés.
La abuela le explica que antes de jubilarse hay que
estudiar mucho y
hacerse
una persona preparada para poder trabajar de mayor.
—¡Pero abuela, yo no me sé hacer persona! –Todos se ríen con sus
ocurrencias.
Cuando va en el coche, juega con Guille y sus abuelos a Veo Veo. Al principio
Pablo decía que ese juego era una tontería, pero ahora le gusta mucho.
—Veo veo.
—¿Qué ves?
—Una cosita que empieza por la letra…
¡coche!
Todavía no sabe las letras, pero su hermano Guillermo, con
muchísima paciencia, le sigue el juego:
—¡Un coche!
Pablo mira a su hermano y dice:
—Sí, has acertado te toca.
Vuelven a empezar.
—Empieza por la letra jota.
Guille piensa palabras que empiezan
por esa letra, hasta que dice:
—Me rindo.
—Pues muy fácil: jota, caballo y Rey.
—Otra vez me toca a mí, veo una
cosita que empieza por la letra ja
Empiezan a pensar hasta que se rinden.
—Pues que va a ser, jamón de Jabubo
Se echan a reír con su ingenio; su abuelo le mira y le dice:
—Pablo ¡eres un niño muy listo!
Él, le responde:
—No abuelo, ¡es que me fijo mucho!
En casa están muy contentos con Pablo, especialmente Guille, porque siempre
había deseado tener un hermanito como él.
miércoles, 1 de junio de 2011
Tango, el perro pastor , Portada
mi cuento TANGO, el perro pastor, acaba de salir de la imprenta y está a punto de llegar a las librerías. Está listo para que disfrutéis y soñéis leyendo sus aventuras. Os avisaré cuando esté disponible.